Tomado de: La República

«El capitalismo salvaje que lo viene capturado todo en las sociedades democráticas occidentales, también tiene en sus garras al periodismo de masas»

En su más fundamental acepción el periodismo es un servicio de vocación social que tiene como objetivo principal trabajar por el bien común de sus ciudadanos. Y eso debe traducirse en una innegociable vigilancia al poder político y económico que conspira contra ese bien común y en dar voz a los vulnerables, los menos poderosos, los marginados y abusados por los poderes.

El periodismo de masas suele ser complaciente con esos poderes y de orden transaccional. Sus periodistas utilizan el periodismo como instrumento para fines subalternos al bien común. Sea por cobardía, sobonería o complicidad denigran la profesión. En la mayoría de esos medios masivos prima el paradigma del individualismo y del capitalismo salvaje, que como en las sociedades democráticas occidentales actuales, lo han invadido todo. Tan normalizados están esos paradigmas que sin vergüenza ejecutivos y periodistas (ya ni hablar de los dueños) dan por sentado que la prioridad, por sobre la gente o el bien común, es el negocio. Y como lo económico está ligado al poder político, la vigilancia a estos poderes se vuelve un obstáculo para esos fines. Cualquiera que la ejerza será etiquetado de complicado, rebelde o problemático. Y el mensaje que se da tanto a la interna de Rpp como para el gremio es que Josefina se pasó de la raya y le costó el puesto. O sea, que no se te ocurra hacer periodismo y desafiar a los poderes fácticos o corres la misma suerte. Ya ni siquiera los productores o directores periodísticos que tendrían que ser un reducto de defensa del periodismo frente a presiones comerciales o políticas, recuerdan que eso que hizo Josefina 3 meses Es periodismo. Tan miserablemente ha decaído la profesión que hoy lo mejor de la prensa independiente –con raras excepciones- está o en internet, como Ojo Público, Convoca, Idl-Reporteros, o en trincheras impresas propias como Hildebrandt, desde donde se hace periodismo auténtico, con integridad y dignidad. Por eso es importante seguir señalando cada vez que un medio masivo comete periodicidio y señalar a los colegas cómplices con su silencio. Porque no nos rendimos y lo que en última instancia defendemos quienes defendemos a periodistas como Josefina, es una sociedad que se respete, un periodismo que se respete y donde el uso del poder que tiene el periodismo sirva para servir a la patria, no para traicionarla.

Acceda a la versión original aquí