Fuente: El Comercio
Esta semana, José Carlos Yrigoyen reseña la obra del escritor peruano, publicada por Editorial Debate

«Carta al teniente Shogún» – Lurgio Gavilán. (Foto: Difusión)
En su obra maestra «Soldados de Salamina», Javier Cercas cuenta cómo Rafael Sánchez Mazas, ideólogo del falangismo en plena Guerra Civil española, huye de un fusilamiento colectivo y se refugia en un bosque cercano. Es hallado entre los matorrales por un soldado republicano que, en una decisión insólita en medio de tanto horror y barbarie, le perdona la vida y lo deja ir. El episodio marca la existencia posterior de Sánchez Mazas, como ocurre cuando un enemigo mortal siente compasión por su adversario. Más aún en este caso, en el que ni siquiera se sabe su nombre o qué fue de él después de aquel acto de grandeza.
«Carta al teniente Shogún» es un libro conmovedor, limpio, sin dobleces ni ambigüedades, donde los hechos que se enumeran, muchas veces espeluznantes, son narrados con esa verdad lírica que solo es posible aprehender desde la inocencia y la apertura de corazón propios de la infancia. En ese sentido, es un texto arguediano en el que abundan las epifanías con los ríos y árboles del entorno, en el que los animales son mensajeros de la felicidad y la desdicha humanas (ahí está, por ejemplo, la chiririnka, el insecto que «danza delante de la muerte»), y la civilización es un cáncer que horada y denigra la belleza sagrada de las montañas, campos y el cielo del Ande. El lenguaje que Gavilán ha empleado para confeccionar su carta es fundamental para este propósito: por tramos las confesiones e ideas vertidas adoptan la forma de una prosa poética musical e implacable que nunca se retoriza ni decae, aunque el riesgo de que sucediera en una empresa como esta era muy grande.
Si desde el punto de vista literario nos encontramos ante un libro intenso y poderoso, su valor documental no es menor.Gavilán nos obsequia un testimonio detallado y valiente sobre los años que padeció en ese Ayacucho que se había convertido en un depósito de cadáveres. Tiene la ventaja, además, de ofrecer su visión de parte desde ambos bandos en conflicto, sin relativizar las responsabilidades y crímenes de ninguno.Pero quizá lo más admirable sea que, a pesar del sufrimiento, las humillaciones y la pobreza que experimentó, Gavilán cuenta todo esto sin que el rencor o el odio empañen su alma y sus palabras: hay en estas páginas un agradecimiento sin límites y una alegría de vivir esa «vida fugaz» que el misterioso teniente Shogún le permitió seguir gozando. Este libro debería ser obligatorio en todos los colegios del país: tal vez leyéndolo las siguientes generaciones desechen por fin los estigmas y la desconfianza que todavía nos hieren y nos impiden escucharnos, entendernos, reconciliarnos.
DATO
5/5
Autor: Lurgio Gavilán.
Editorial: Debate.
Año: 2019.
Páginas: 112.
Relación con el autor: ninguna.