Fuente: analisisdelsur 


Detalle del Jardín de las delicias de El Bosco

Un fracaso más que importa, si en la vida nunca fui feliz, una pena más es una gota de agua en el océano para mí, un fracaso más que importa” Juan Mosto

Como dice el vals que escribió Juan Mosto, poeta peruano muerto en México, la socialdemocracia peruana sufrió un fracaso más que ya se les hace tradición, en las últimas elecciones congresales realizadas hace un mes.

Estos grupos que se hacen llamar de izquierda y algunos incluso “comunistas”, dirigieron, como buen socialdemócrata, sus únicos esfuerzos a la competencia electoral, dejando las calles y el objetivo real de toda institución que se reclame de izquierda: organizarse para un cambio de estructuras en favor de las mayorías. En resumen, le dieron énfasis al electoralismo y fracasaron en las elecciones.

Ello no solo se debe a un pésimo diagnóstico de la realidad social peruana, sino también al oportunismo de sus flamantes líderes, que convirtieron las elecciones internas y las alianzas en una aventura de estafas, intercambio de favores y tolerancia a la corrupción; propiciando el alejamiento de cuadros honestos y simpatías.

Estos grupos, en vez de cuestionar la estructura normativa sobre las elecciones, estructura que responde a los intereses de los poderes fácticos (con sus voceros asalariados y otros gratuitos), se acomodaron a ella, repitiendo lo que se da comúnmente en los otros grupos, que simplemente son asociaciones que buscan lucrar con la administración del estado, dispuestos a sucumbir como inquilinos ante el hegemón mundial de turno, si es que llegan a la presidencia de la república.

Analizamos los resultados con el criterio real de opción electoral, siendo una de ellas NO ir a votar; o votar viciado (ya que no le interesa el proceso o va obligado, o ningún competidor se hace merecedor de su voto) o votar en blanco (casi similar a la anterior).  Si tomamos en cuenta este criterio, y no los de la semicolonial legislación electoral, se tiene los siguientes resultados:

  • La primera opción fue la de NO ir a votar. De 24.8 millones de electores, 6.4 millones no participaron en el proceso. Un 25.9% de los electores peruanos hicieron caso omiso a la convocatoria de elecciones congresales, más de uno de cada cuatro.
  • La segunda opción fue la de ir a votar; pero viciar el voto; opción que podría tener mayor porcentaje dado que en las grandes aglomeraciones el voto fue electrónico y muchos electores no sabían cómo viciar su voto. 3.1 millones de personas optaron por esta acción. Un 12.7% del total.
  • Un partido de centro, dominado por cuatro clanes en disputa fue (muy lejos de la segunda) la tercera opción elegida. Partido fundado por un criollo mesocrático, que siendo presidente mandó bombardear con napalm a comunidades amazónicas que impedían el tráfico de madera y fue derrocado la primera vez por un dudoso contrato con la petrolera norteamericana IPC.https://surhoy.org/2020/01/13/matses-bombardeados-con-napalm-por-no-aceptar-a-la-civilizacion/
  • La cuarta opción elegida es una agrupación oportunista, controlada por un emergente con un capital inicial de origen oscuro. Su candidato con el número 1 (hoy congresista más votado), ex ministro y candidato presidencial de la pareja procesada (y pronto condenada) de O. Humala y N. Heredia, es un militar acusado del asesinato de un famoso periodista que investigaba violaciones de derechos humanos en la zona de Ayacucho. La ONG EPAF, (que recibe financiamiento, entre otros, de la Freedom House, cuyos programas son cubiertos por transferencias de USAID y del Departamento de Estado de EE.UU.) maneja el caso en favor de la familia de la víctima y en una negligencia increíble de sus abogados, plantean mal el proceso, que provocará que el militar sea absuelto sin culpa alguna. Cosa que incluso facilitará su ascenso a una posible candidatura presidencial. “Gracias EPAF
  • La quinta opción es una agrupación religiosa ultraconservadora, de origen andino, que sincretiza tradiciones andinas y catolicismo básico (copian su vestimenta de las estampas católicas de principios del siglo XX, colores pasteles, como el del “Señor de la Misericordia”), organización que postura con hechos la subordinación femenina, y las cuotas o diezmos son administrados centralmente; manteniendo colonias agrícolas con prácticas contrarias a la regeneración de los suelos donde operan.
  •  La sexta opción, es la agrupación Alianza para el Progreso, dominada por un emergente que incluso se siente orgulloso de “no haber leído un libro”, empresario de universidades de cuestionado nivel y también con un origen oscuro de su capital inicial.
  • La séptima opción es una agrupación cuyo nombre deriva de la devoción católica a una pintura de un cristo limeño. Liderada por otro emergente ligado a empresarios medianos, incluyendo algunos judíos del exterior.
  • La octava opción, ya con un limitado 4.4% de las preferencias, es el fujimorismo.
  • La novena opción recién muestra una agrupación que brindó cobertura al hermano de Ollanta Humala: Antauro, encarcelado por sublevación contra el gobierno del extraditable Toledo.  El discurso radical que le da amplia capacidad de convocatoria en un país fragmentado y extremadamente clasista como el Perú no es, sin embargo, coherente con las características de sus principales candidatos, incluyendo al hermano del propietario de la agrupación Alianza por el Progreso.
  • La décima opción fue para el Frente Amplio, agrupación dirigida por un ex sacerdote, que aglutinó a diversos grupos, varios de ellos trotskistas, que tiene a la ex pareja de su dirigente como flamante congresista. La señora trabajó en sus inicios para las organizaciones que promovían unas rondas campesinas “democráticas” https://surhoy.org/2016/03/30/rondas-campesinas-y-farsantes/ promovidas por el APRA; luego como miembro directivo de la Comisión de Derechos Humanos, hizo, entre otras actividades, prólogos de documentos de ONGs Venezolanas, financiadas por la NED, y otras acciones en contra de los gobiernos de actuales de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
  • Ya entre los marginales, y que no alcanzaron congresista alguno, se ubica la alianza Juntos por el Perú, con solo un 2.9% de las opciones. Alianza que aglutinó a la agrupación de un ministro de Alan García en el periodo del Baguazo[1], y a la agrupación Nuevo Perú, de Verónica Mendoza (ex asistente de Nadine Heredia, y promovida por miembros del absorbido Partido Socialista, que operan desde ONGs financiadas por la NED, Open Society y similares), entre otras agrupaciones como el Partido Comunista Peruano (No muy cómodo en esa agrupación por las prácticas de los hegemónicos).
  • Con 2% de las opciones se ubica en el décimo quinto lugar el partido Perú Libre, dirigido por un médico educado en Cuba, y con diversos procesos judiciales sobre su gestión en una región central del Perú. Es probable que esta agrupación busque una alianza con remanentes de Juntos por el Perú, para las próximas elecciones; dado que, si previamente promovió a un empresario mesocrático al municipio de Lima, promover a una lideresa de los socialdemócratas no será peor.
  • Con solo 1% se ubica el grupo Renacimiento Unido, que convoca a personas ligadas a Gregorio Santos (prófugo de la justicia y con una recompensa de 30000 US$ por su captura), entre otros disidentes de múltiples agrupaciones, y que en su región de origen: Cajamarca, obtuvo el décimo lugar.
24 opciones, donde el 40.3% eligió no votar, o votar blanco o viciado

Conclusión:

Las agrupaciones autodenominadas de izquierda en el Perú han obtenido un rechazo por sus posiciones y acciones de sus principales dirigentes. El discurso a favor de un cambio real y factible no ha sido considerado por ninguna de ellas; las propuestas radicales y un tanto “ingenuas” de Antauro Humala fueron las de mayor aceptación. El discurso socialdemócrata de Juntos por el Perú y de Perú Libre (con algunas positivas excepciones) no obtuvo convocatoria relevante alguna.  La lideresa promovida por ONGs no convocó a más del 1% del electorado peruano. Esta pésima labor incluso permitió que personas con graves acusaciones y posturas cuasi fascistas, pero con discursos populistas obtengan votaciones impresionantes provenientes de sectores populares, generando la amenaza de nuevos “fujimorismos”. La socialdemocracia no solo fracasó una vez más, sino también es responsable de las tormentas que se puedan dar en el futuro peruano.

El militar acusado de asesinato, con la procesada por corrupción Susana Villarán, cuando se prestaron a la promoción de la inculpada ex pareja presidencial.

[1] Sangrienta represión en junio del 2009, a pobladores amazónicos por las protestas ante el Decreto de la Ley de la Selva en el Perú del Tratado de Libre Comercio Perú-Estados Unidos, que favorecería a grandes empresas transnacionales y mineras a usar territorio de la selva con el fin explotar grandes yacimientos de petróleo, gas y otros minerales en desmedro de las comunidades originarias.

Acceda a la fuente originl aquí