Tomado de: Lenin Nazario Matencio
Si la tendencia sigue, probablemente tengamos en la segunda vuelta a Lescano y Aliaga (los dos están en ascenso). Preocupa que el fanático López Aliaga tenga tantos seguidores. Es normal que en la clases altas (sectores A -B) tengan a ese farsante como «salvación ante la izquierda comunista» (literal, así lo han dicho).

Lo que no debe pasar es que haya muchísima gente de barrios pobres que lo apoyan.Este señor, como todo facho, ingresa al ruedo electoral y lanza diatribas contra gran parte de la clase política, pero a los únicos que no menciona es a las fuerzas armadas ni la policía (cualquier ciudadano más o menos informado sabe que esas instituciones son ultracorruptas).
Y para convencer al peruano promedio, generalmente desinformado, dice que es bien creyente y prácticamente que Dios le ha encargado salvar al país. Además, que es un empresario exitoso (curiosamente no es ni buen administrador y tampoco es un buen ciudadano, porque al Estado peruano le debe, personalmente, como 45 mil soles y sus empresas como 28 millones).
Además, teniendo en cuenta que el neoliberalismo y su gran prensa ha logrado carcomer el cerebro de la gran mayoría que confian mucho en los «exitosos», se puede entender el apoyo. En resumen, Aliaga es un fanático (católico) de extrema derecha (Opus Dei), que tiene desequilibrios mentales, y que como es lógico, tiene un pensamiento de la edad media.
La mayoría de sus candidatos al congreso son igual de retardatarios y estúpidos. Tiene un ego colosal como el del corrupto suicida Alan García y rasgos de un fascista. Por eso, es peligroso. Ojalá siga dando entrevistas y siga diciendo sus tonterías (bueno las que se logran entender), quizá así sus seguidores le quiten el apoyo. RLA tiene derecho a creer y hacer lo que se le da la gana, pero una persona con esa concepción del mundo no puede gobernar nuestro país. Es sumamente peligroso.